miércoles, 12 de abril de 2017

Importancia Socio – Económica de los Recursos Naturales del Ecuador

 Importancia Socio – Económica de los Recursos Naturales del Ecuador

El desarrollo sostenible es un concepto que ya cuenta con una larga historia. A partir de las primeras discusiones sobre ambiente y desarrollo, que tuvieron lugar en la década de 1970, se formalizaron las primeras referencias sobre la sustentabilidad, a inicios de los años ochenta. Por ejemplo, en 1981, la primera Estrategia Mundial de la Conservación señala que, para que el desarrollo fuera sostenible, debía considerar factores económicos y sociales, junto a la base de recursos vivos e inanimados ofrecidos por los Ecosistemas.
.En ese origen, la sustentabilidad partía de las preocupaciones ambientales, donde se invocaba la necesidad de aprovechar los recursos naturales a los mismos ritmos con que la Naturaleza los reproduce, y adaptar los impactos a sus capacidades de adaptarse a ellos.
Posiblemente, las formalizaciones más repetidas se centran en el reporte “Nuestro Futuro Común”, producido por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas.
En su definición se establece que el desarrollo sostenible debe asegurar que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias”, donde se aceptan que existen límites, aunque éstos no son absolutos. En ese sentido, la definición avanza en reconocer que las limitaciones provienen del “estado actual de la tecnología y de la organización social y la capacidad de la biosfera de absorber los efectos de las actividades humanas”. Por lo tanto, la “tecnología como la organización oscila, pueden ser ordenadas y mejoradas”, es posible hacer que el desarrollo sostenible abra el camino a “una nueva era de crecimiento económico”.

Ambiente y Buen Vivir en la Constitución de Montecristi
La nueva Constitución de Ecuador es motivo de mucha atención internacional en tanto presenta dos innovaciones impactantes. Por un lado, se reconocen los derechos de la Naturaleza y, por el otro, se defiende la idea de una alternativa al desarrollo como Buen Vivir (Sumak Kawsay). Esta perspectiva permite encontrar muchas vinculaciones con el desarrollo sostenible.
Establecido este marco, comencemos por indicar que la nueva Constitución otorga una sustantiva importancia a los aspectos ambientales, donde se destaca la sección sobre los derechos de la Naturaleza. El abordaje es original, ya que la categoría de Naturaleza es presentada en el mismo nivel que la Pacha mama. Desde allí, seguidamente se postula que la Naturaleza/Pacha mama “tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos” (art. 72). Se avanza aún más en ese sentido, agregándose que esta tiene, además, derecho a una restauración integral (art. 73). A su vez, esta postura original se articula con el reconocimiento de los derechos ciudadanos clásicos sobre calidad de vida y a un ambiente sano.


En esta formulación hay muchas novedades. Por ejemplo se equipara la noción clásico occidental de Naturaleza con el saber tradicional de los pueblos indígenas. Expresados en la Pacha-mama. De esta postura multicultural, al reconocerse los. Derechos de la Naturaleza, queda implícito que ésta posee valores intrínsecos (también llamados valores propios). La Naturaleza deja de ser un objeto manejado de acuerdo a la utilidad o beneficio humano, y pasa a ser sujeto de derechos. La postura se refuerza en tanto se agrega que la restauración de la Naturaleza también es uno de sus derechos.

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