viernes, 23 de diciembre de 2016

¿Cuando el alma se integra con el cuerpo?

DESCUBRIR EL INSTANTE EN EL CUAL EL ALMA 
             SE  INTEGRA CON EL CUERPO

Filosofía. La existencia del alma es tan evidente para la conciencia humana, que bien puede decirse que ha pasado a la categoría de las verdades de sentido común y consentimiento universal. Pero como en la época actual no faltan autores y escuelas que niegan el dualismo de elementos en el hombre, esto es, la existencia del alma realmente distinta del cuerpo, conviene ante todo afirmar esta existencia que la conciencia, la reflexión y la unidad e identidad de aquélla prueban evidentemente. Según el sentido común y el consentimiento universal, alma es el principio que comunica la vida al cuerpo. Según Aristóteles se entiende por alma, el acto primero del cuerpo físico-orgánico que tiene la vida en potencia Enteleceia< prwth to<n swmatoç fusikou< arganikou< dúnamei zwen ecovtoç. Esta definición altamente filosófica declara ante todo el elemento determinante del cuerpo natural orgánico al cual, comunica la vida y lo hace capaz de ejercer sus funciones. Dice acto primero pues siendo principio determinante o forma substancial, comunica a la materia el específico y substancial de vivo y animado. Del cuerpo natural, porque el artificial, como es una máquina, sólo es capaz de moverse en fuerza de un agente externo y no en virtud de un principio intrínseco, como sucede, en los seres vivientes. Orgánico, porque siendo las funciones del viviente muchas y muy varias, necesita que las diversas partes del cuerpo sean orgánicas y heterogéneas, y no homogéneas e inorgánicas como las del mineral. Por eso la planta tiene tallo, hojas,raíz, etcétera, y el animal ojos, oídoscorazón, cerebro, etcétera. Que tiene la vida en potencia, para indicar que el viviente animado por el alma está en estado de ejercer las operaciones vitales siempre que esté en condiciones debidas, aunque de hecho no las ejerza, al menos todas. Completando la definición de Aristóteles, y considerando el alma con relación a las operaciones vitales, la definió Santo Tomás: el principio primero por el cual vivimos, sentimos, nos movemos y entendemos. Dice principio primero, porque las facultades son los principios próximos e inmediatos de las operaciones vitales, subordinados al alma, que es el principio primero. Por el cual vivimos, lo cual nos es común con las plantas. Sentimos y nos movemos, operaciones que nos son comunes con los brutos irracionales. Y entendemos, porque por la inteligencia nos diferenciamos de los demás vivientes de la creación visible.
El alma humana tiene facultades y atributos. Son las primeras, las potencias orgánicas e inorgánicas que sirven al compuesto humano a o al principio espiritual sólo para ejercer las funciones y actos de la vida vegetativa, sensitiva e intelectiva. Son los segundos, la substancialidad, la simplicidad, la espiritualidad y la inmortalidad, que es en el alma intrínseca y extrínseca.

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